Entradas populares

domingo, 5 de abril de 2020

Cristo, Rey de nuestra historia

En casa: con mamá y con papá. En casa: con mi abuelo o mi abuela. En casa: con hermanos, solos o con desconocidos. En casa, nos insisten en que debemos quedarnos en casa. A nosotros, que no acostumbramos parar tanto. A nosotros, que ansiamos conocer más y nos sentimos atrapados. A nosotros, que tenemos todas las de salir. A nosotros nos piden que nos quedemos en casa. 

En casa. En esa casa donde dormimos pero no siempre habitamos. En casa, con todas nuestras falencias, nuestros defectos, nuestras fragilidades. En casa, donde quien somos sale a la luz y la convivencia con nuestras familias y hasta con nosotros mismos se hace difícil. En casa, por nuestra salud, para estar bien, para cuidar a los demás.

Estar en casa implica parar un momento, abandonar la rutina y el ruido de la cotidianeidad. Estar en casa requiere mirar hacia dentro, preguntarnos quienes somos, como estamos y que tenemos. Estar en casa nos invita a "limpiar" nuestro interior y prepararlo todo para lo que se viene.

Esta cuarentena es una cuaresma. Es un camino de conversión, de mirarnos y revisar hacia donde caminamos. Es una oportunidad para revisar la brújula de nuestras vidas y volver a marcar el norte allá, en la Cruz de Jesús.

Esta cuarentena nos invita a prepararnos, poco a poco, para el amor de un Cristo que nos toca la puerta todo el tiempo. Un Cristo que nos dice aquí estoy, esperándote. Aquí estoy, listo para sostenerte, darte la mano, para acompañarte cuando tengas miedo, para fortalecerte en lo que te cuesta. Aquí estoy.

Hoy, Domingo de Ramos, Jesús llega. Llega en un burro y sin ostentar. Llega en un burro y sin mentira o falsedad. Llega en un burro y nos trae un mensaje de amor. Llega con todo su amor, con toda su grandeza. Hoy llega y nos anticipa la historia. Llega y nos enseña que la grandeza está en ser pequeños y que el cambio es necesario hacerlo desde adentro. Jesús llega y nos invita a recibirlo.

Hoy Jesús nos tocó a cada uno de nosotros la puerta. Una puerta virtual, llena de pestañas e información. Jesús se mete entre el ruido de las redes, entre el alboroto de nuestro corazón. Jesús llega y nos toca la puerta. 

Abrir la puerta es permitirle, en este día, reinar en nuestro corazón. Abrir la puerta es permitirle ser el centro de nuestras vidas y el eje de nuestro hogar. Abrir la puerta es estar listos para que su amor nos muestre el camino a seguir y para que su historia se vuelva la nuestra. Abrir la puerta para que su sacrificio, que nos permite la Vida Nueva, se haga efectivo porque vivamos, en adelante, como hombres y mujeres nuevos, que a Cristo han conocido. Abrir la puerta implica comprometernos a vivir toda esta Semana para que en 7 días su amor renueve nuestras vidas, trasforme nuestros hogares y se propague a cada uno de los que conocemos.

Hoy las puertas son virtuales, pero el Cristo es el mismo. Llega a nosotros por otros medios pero como siempre, nos abraza y nos invita a abrazar. Abramos las puertas de nuestras vidas, dejemos que Cristo reine en nuestro existir. Y vivamos esta Semana Santa deseosos de Cristo y con la certeza de que aunque no podamos comprenderlo, lo que vivimos es parte de un maravilloso plan que Dios tiene para nosotros.

Feliz Domingo de Ramos. Feliz Cristo Rey de nuestra historia.

¡Oh bella chao!

- JazdelCielo -



No hay comentarios:

Publicar un comentario