Estábamos encerrados, a oscuras, sintiéndonos un poco solos.
Estábamos tristes y nos faltaba un poco esa “chispa”. Estábamos, porque hoy ya
no hay razón para seguir estándolo. HOY SE ENCIENDE UNA LUZ. Hoy se ha
encendido una luz que es Jesús. Cristo, que es el principio y el fin de la
historia; Cristo que es el Rey de nuestras vidas; Cristo, Luz del mundo. Hoy es
un día diferente, desde hoy se ha encendido la chispa en nuestro interior que
es el mismo Jesús Resucitado.
Hoy hay muchas razones para sentir que nos falta algo. Hay
muchas cosas que extrañamos, muchas personas con las que quisiéramos estar. Sin
embargo, no podemos perder de vista que Jesús ha resucitado.
La Resurrección de Jesús implica un paso. Es la prueba más
grande del paso de Dios por nuestras vidas. La Resurrección de Cristo es la prueba
más grande del infinito amor de Dios y es el paso de una vida atada al pecado a
esta Nueva Vida, libre del poder de la muerte y del pecado y dada a cada uno de
nosotros gratuitamente para vivirla.
Imagínense. Está este Dios inmensamente grande, mira a sus
hijos, su dolor y sufrimiento y ve como lo más grande de su obra cae en pecado.
Y decide darnos otra oportunidad, la oportunidad. Nos da la oportunidad de
vivir una vida de cada día intentar ser mejores. Nos da la oportunidad de vivir
nuestros días con la mirada puesta en su amor. Nos da la oportunidad de vivir
esta vida y abrazarla cada día. Y nos da esta oportunidad entregándonos a su
único hijo con su eterno amor.
Hoy se nos brinda la oportunidad de vivir y de VIVIR SU
AMOR. Y es que, ¿cómo no sentirnos queridos si Jesús nos perdonó en esa Cruz?
¿Cómo no sentirnos amados si Jesús nos dejó a su Madre como nuestra? ¿Cómo no
sentirnos elegidos si Jesús se quedó con nosotros en la Eucaristía? Hoy es el
día. Hoy y en adelante cada día. Hoy es el día de darlo todo por amor. Darlo
todo porque él nos ama. Darlo todo porque amamos. Darlo todo para que los demás
también puedan amar por saberse amados.
Las circunstancias nos pueden preocupar pero la fe en Cristo
nos da la paz. Si él venció la muerte y el pecado en esa Cruz, no hay nada
contra lo que estemos solos. Sabernos abrazados por Jesús y protegidos por María
es la clave de todo. Es la clave para empezar a amar y ser testimonios del amor
de Dios.
Jesús resucitado hoy sale del sepulcro y nos anuncia que no
es fin, sino el principio de la historia. Él ha cambiado nuestras vidas. Las ha
transformado y nos ha mostrado su inmenso e incondicional amor. Nos lo ha dado
todo y enciende en nosotros una chispa que debemos hacer crecer. Él nos ama,
nos ama, nos ama. Y nos pide amar y replicar lo inmenso de su amor. Nos ama con
el calor de un fuego inmenso y nos pide que amemos así y hagamos un incendio.
Es el momento de incendiarlo todo con el AMOR DE DIOS.
“Cristo ha tomado mi vida y no la quiere soltar. Estaba solo y triste más ahora soy feliz. Porque Cristo ha tomado mi vida y no la quiere soltar”.
¡Oh, bella chao!
- JazdelCielo -
- JazdelCielo -

No hay comentarios:
Publicar un comentario